martes, 16 de junio de 2009

Asesino 03

Era una madrugada lluviosa, aún oscura, mi hermosa sufría contracciones, yo era nuevo en esto, no sabía que hacer, estaba nervioso. Miles de libros leí y muchos reportajes en televisión observe pero a la hora del parto nada de eso sirvió. Bajé cargándola de la habitación, busque como loco las llaves del coche y por los nervios no las encontraba, ella se veía nerviosa también pero yo tenía que estar concentrado.

Encontré las llaves, la cargue hasta el auto la lluvia era muy fuerte no veía nada tenía que manejar con precaución, ya que si me iba rápido arriesgaría la vida de mi esposa y la de mi hijo. Camino hacia el hospital en una esquina vi aun niño tratando de cubrirse de la lluvia con un cartón. Me parece cruel que un niño con apenas 8 años vendiera a esa hora chocolates, en lugar de estar dormido y soñando lo que iba ser cuando creciera.

-Gracias por rescatarme. Mi madre murió y me dejo a cargo de mi padrastro. Cuando ella viva todo era distinto, iba a la escuela. Ella se mataba trabajando para mantener la casa y el vicio de ese cabrón.

-No te preocupes ahora estarás bien. Tienes que ir a la escuela y estudiar como los demás niños. Recuerda esto, no hay mejor arma que la educación.

-Pero tengo que trabajar, no tengo que comer, este dinero es lo único que tengo y además no tengo donde dormir.

-Lo que haremos será lo siguiente, regresa a la vecindad como si nada hubiera pasado y si la gente pregunta no digas nada. Su presencia no se notara, se la pasa borracho y durmiendo, eso es lo que hace ahorita, solo que hay deshacerse del cuerpo, una forma facil es dejarlo tirado en la calle, así normalmente se mueren.

Mi madre toda su vida trabajo o al menos desde que murió su padre cuando ella tenia 5 años. Se encargó de quehaceres domestico. Me contó que un día salió a comprar la masa para las quesadillas que vendia mi abuela porque eran muy pobres. De camino se tropezó con algo, sin saber lo que era por la oscuridad lo toco y al darse cuenta que era un cuerpo grito de terror.

-Tendrás problemas con la policía.

-La policía, claro jajajaja.

- ¿Que hace esa niña caminando en el callejón a estas horas?

- Ella es Guadalupe, su padre murió el año pasado y le regalo ese libro que trae en brazos, jamás lo suelta. ¡Lupe!


Era de esperarse de acuerdo a las circunstancias, dos tipos salieron de repente a abusar de la situación.


- ¡No manches! Es el coyote y sus amigos. Desde que murió el padre de Lupe la molestan.


Uno de ellos la toma por el cuello, avienta el libro al suelo y le rasga la blusa. No iba a ser espectador, jamás lo seré, espere el momento adecuado.


- Orale Lupe te estás poniendo muy bien.

- !Suéltame!

- No Lupe tu ya mereces. ¿O no muchachos? Y hay pa' todos.

- ! Suéltala ! Es una niña.

- ¿Tu quién eres viejo hediondo? ¿Por qué es mascara? ¿Te crees el santo? ¡Lárgate de aquí!

- No

- Estas ruco, vete de aquí no te queremos lastimar.

- ¡No! ¡Deja a la niña!


Ridículamente el mas alto de ellos intento darme un golpe, le sujete el puño hasta romperle los nudillos y hasta que imploro de rodillas que lo soltara. El protagonista de la noche, el coyote me miro a los ojos profundamente. Sé que vio la muerte.


- Será mejor que te cuides viejo ridículo por qué no sabes con quien te metes.

En uno de mis viajes a la india, pase por una plaza donde había una aglomeración, observe que estaban linchando a una persona, lo que le hicieron fue introducirle por el ano una vara de dos metros de largo, después lo levantaron sobre la ella. La tortura fue lenta y dolorosa hasta le salió por la boca.


Como lo dije antes, no soy espectador, de mis viajes conozco mundos nuevos que tarde o temprano me sirven para lidiar con mi presente y así fue cuando me entere que ese hombre había violado a dos niños. El coyote corrió con la misma suerte.


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